17/12/11

Uno y los otros


Hay quienes se creen capaces de leer la vida de los demás como si se tratara de un cartografía lisa y llana. Hay quienes pretenden gobernar su mundo utilizando a los demás como soldaditos de pequeñas batallas. Batallas que no le cambiarán la vida a nadie, que no conquistarán derechos negados ni derrocarán tiranías opresoras. No, esas batallas se limitan a las competencias de los egos, de las "carreras", las  trayectorias y las proyecciones. Los pronósticos a la orden del día.
Desde ese pequeño lugar, hay quienes dictaminan sobre unos y otros, y hasta nos dicen lo que debemos hacer para vivir mejor y ser mejores.
Así, hay quienes van por la vida subestimando distintas experiencias de vidas. Porque no escuchan, no ven. Andan por ahí mostrándose tan seguros de sí, tan elegantemente ensimismados.
Hay quienes creen simplificarlo todo apenas con una frase, una sentencia, una cita, apenas una mirada por encima de sus hombros. Así, lo que para los demás, para nosotros, es un viaje, una vida, para ellos es apenas una huida y una más entre todas las huidas que conforman la triste vida de un otro cualquiera, que no tuvo la suerte de ser como ellos, que gobiernan un mundo de soldaditos descartables.

No estoy seguro de casi nada, no me importa lo que vean de mí. Sólo quiero andar y dejarme llevar por el viento del camino que me invite a vivir, pero sin dejar de interpelarme, de exigirme y de recordarme todo el tiempo la certidumbre del final. Es que jamás habrá un destino incierto... cantaba El Flaco.
Porque nadie es dueño de su viaje. Y eso es lo que aquellos que creen entenderlo todo, jamás experimentarán.

gn
(foto de Adriana Lestido)

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