22/12/10

la hermana más hermosa


No soy un numero ni parte de una cifra
Aunque se paga por igual la misma tarifa
Todos caminamos con la misma camisa
Sin prisa para mirar donde se pisa

No vale el tiempo pero valen las memorias
No se cuentan los segundos, se cuentan historias
La paciencia es lo que se cosecha
Mi calendario no tiene fecha

No estoy solo, ando con mis 5 sentidos
Acá el silencio se convierte en sonido
Todo lo malo que soñé lo toqué
Pero está tan oscuro que el miedo no se ve

Yo me huelo lo que siento por eso presiento
Que dentro del circuito me queda poco tiempo
En el próximo tren yo me monto
Prepárame la cena que regreso pronto

Yo miro para afuera y miro para adentro
La reclusión es mi punto de encuentro
Me ubican dentro de lo marginal
Pero en algún momento todos nos portamos mal

Y quien determina lo bueno y lo malo
Lo poco saludable y lo sano
De lo crudo a lo cocido hay una larga diferencia
Y cocinar termino medio no es ninguna ciencia

En esta vida me castigaste,
Me robaste el tiempo, me re-cagaste
Mi culpabilidad es como una pecera vacía
Como juzgar al sol por salir de día

Si mis tristezas te causan alegrías
Es por que tus reglas son distintas a las mías
Creo en todo lo que veo
Y aunque soy ateo rezo pa' que nunca me pase algo feo

Para soñar con mi partida y con tu llegada
No me hace falta un matre con almohada
Yo soy libre porque desde aquí yo vuelo
Sólo toca despegarse del suelo

Prepárame la cena que regreso pronto...

(Calle 13)

16/11/10

Carta para un indeciso en 2011


Quiero que recuerdes a Carrió, a Duhalde y a todos los que pronosticaron y operaron para que este gobierno no termine su mandato.
Quiero que recuerdes a Patricia Bullrich defendiendo el recorte a jubilados y a asalariados cuando era ministra de De la Rúa.
Quiero que recuerdes a Cobos traicionando el voto popular que lo llevó al cargo de Vicepresidente.
Quiero que recuerdes a Mauricio Macri pinchando teléfonos mientras promete construir un nuevo país junto al Fino Palacios, Abel Posse y todos sus caranchos vestidos de elegantísimos trajes.
Quiero que recuerdes a Margarita Stolbizer, la nueva cara del progresismo argentino, votando todas las leyes de flexibilización laboral y las privatizaciones en los años noventa. Y que llamó a un gobierno de concertación a pocas horas de fallecido Kirchner.
Quiero que recuerdes a Pino Solanas diciendo que Néstor Kirchner es la continuidad del Menemismo y que su compromiso con los derechos humanos es una farsa. Pero que luego de ver las manifestaciones populares en todo el país tras su muerte, descubrió milagrosamente que Kirchner fue la ruptura con el neoliberalismo y la restauración de la memoria. Y ahora, luego del duelo popular, responsabiliza a este gobierno por el asesinato de Mariano Ferreyra. Quiero que recuerdes a Pino Solanas sonriendo con Mariano Grondona.
Pero también quiero que recuerdes que el asesino de Massera murió condenado debido a que este gobierno anuló el indulto que Menem le regalara por sus servicios a la patria.
Quiero que recuerdes que Patti está en juicio y preso.
Quiero que recuerdes a Etchecolatz y a Von Wernich condenados y presos en una cárcel común.
Quiero que recuerdes a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo entrando a la Casa Rosada como si fuera su casa, como lo debió haber sido siempre desde que recuperamos la democracia.
Quiero que recuerdes a los más de 3 millones de niños que reciben la asignación universal por hijo y no como un regalo sino como un derecho.
Quiero que recuerdes a los jubilados que ya no cobran $200.
Quiero que recuerdes que Aerolíneas Argentinas volvió a ser nuestra.
Quiero que recuerdes que ya nadie vendrá a decirle a nuestros gobernantes que se caguen en su pueblo para cumplir con las pautas de crédito internacional.
Quiero que recuerdes que la jubilación es una cuestión de estado y que nunca más será una caja de las multinacionales.
Quiero que recuerdes tu obligación como ciudadano y sujeto político que sos, de informarte y de reflexionar sobre nuestra historia reciente, para que sepas quien es quien y quien voto a favor y en contra de leyes. Como a quienes votaron en contra de la ley de estatización de las jubilaciones, pero que luego se embanderaron tras el 82 % móvil solo para desfinanciar a este gobierno, tratándonos a todos como si fuéramos hijos de la pavota.
Sólo así tu voto será fruto de tus convicciones y no de las convicciones y los intereses de otros. Sea cual fuera tu voto.
Quiero que recuerdes que todavía falta mucho por hacer. Que todavía hay compatriotas que sufren y que esperan la mano tendida del Estado para salir de la pobreza. Quiero que recuerdes que todavía hay más educación, salud y justicia por garantizar y mejorar.
Quiero que recuerdes que quienes secuestraron a Julio López siguen sueltos al acecho.
Que muchos genocidas esperan su juicio. Que hay cerca de 400 jóvenes que fueron apropiados cuando nacieron bajo la última dictadura y que esperan por recobrar su verdadera identidad.
La lista que hice supera el espacio de esta columna.
Pero ahora quiero que pienses y te preguntes quién podría ir por más sin dar un paso atrás en la conquista de nuestros derechos, de nuestra memoria y de nuestro pueblo.
Sólo entonces sabrás tu verdad.

12/11/10

presupuestos alterados


La ley de presupuesto es considerada la ley de leyes. Representa el plan de gobierno de quien fue elegido mediante el voto popular para estar al frente del Poder Ejecutivo de la Nación.
Cada cierre de año se discute el presupuesto del año próximo y es una práctica institucional que cada gobierno pueda contar con su presupuesto para poder implementar sus políticas públicas. Así, se gobierna bajo una lógica presupuestaria, prevista y planificada.
Luego se somete ese presupuesto al Congreso para que los representantes del pueblo ejerzan el debido control de legalidad.
Pero lo importante es que el Presupuesto no es sólo el presupuesto de quien gobierna, sino que es el presupuesto de los jubilados, de los trabajadores, de los desocupados, de los comerciantes, de los productores agropecuarios –grandes, medianos y pequeños- y de todo el pueblo que necesita que quien gobierna no lo haga a ciegas, sino que tenga un plan trazado y diseñado estratégicamente.
¿Qué está pasando ahora? El gobierno tiene serias dificultades para que se apruebe en el Congreso el Presupuesto para el 2011. Y acá estamos frente a uno de los hechos políticos más insólitos que se nos haya presentado en nuestra historia reciente. La oposición no quiere aprobar el proyecto oficialista porque tiene SU PROPIO PROYECTO de presupuesto. La oposición quiere consensuar el plan de gobierno para el año próximo, pretendiendo arrogarse el mandato popular que democráticamente el pueblo le otorgó a quien hoy ejerce la Presidencia de la Nación.
Pudimos escuchar a Carrió, por estas horas, decir que el gobierno debe consensuar con la oposición por las buenas o por las malas. ¿Qué significa consensuar por las malas?. ¿Qué significa para Carrió consensuar por las malas en el marco de una democracia?. Lo que nos lleva a preguntarnos qué entienden algunos personajes de la política por democracia.
Primero, el oficialismo no tiene porqué consensuar con nadie su plan de gobierno. Para eso fue votado, para gobernar. Si no, estarían torciendo la voluntad popular expresada en el voto.
Segundo, el consenso debe ser siempre un acto voluntario y positivo. Un consenso por las malas no es consenso, es imposición o apriete.
Tercero, en política el consenso sólo puede ser entendido como el acuerdo básico entre todas las fuerzas partidarias y políticas sobre los valores que sostengan y preserven el sistema democrático y republicano de gobierno. Ese consenso no es otra cosa que la construcción colectiva y política de los ideales básicos en una sociedad democrática. Es ponernos de acuerdo, entre todos, qué entendemos por democracia.
El consenso es, entonces, el punto de partida y nunca el de llegada.
La política es discutir, dialogar, confrontar y a veces acordar. La política es más disenso que consenso. Y el sentido esencial de la democracia es aumentar la potencialidad del disenso.
La oposición pretende imponerle su propio plan de gobierno al Ejecutivo nacional. Es como si el director técnico de River le imponga al técnico de Boca la estrategia con la cual quiere que le juegue. Ridículo.
La oposición debe controlar las medidas y las cuentas del gobierno, oponerse en las cuestiones que considere improcedentes o con las que no esté de acuerdo, y proponer mejoras a las políticas que consideren insuficientes.
Pero la oposición no gobierna, es el voto popular el que determinó quien gobierna y quien no.
Ese es el juego democrático de nuestro sistema político.
Y el gobierno debe poder ejecutar su plan de gobierno en el marco institucional previsto en nuestras normas legales y constitucionales.
Estas palabras parecen sacadas de un manual básico de instrucción cívica o de formación ciudadana, usted elija el título. No se asuste, no estoy insultando su inteligencia, pero parece que la defensa de intereses que no son los del pueblo termina convirtiendo lo simple en lo más complejo de explicar. Sepa usted disculpar la insistencia.

11/11/10

La historia que me parió


Vengo de un pueblo llamado Río Turbio, al extremo sur cordillerano de Santa Cruz. Luego del gol de Diego a los ingleses, mientras afuera nevaba como nunca antes, nos mudamos a Río Gallegos.
Apareció entonces en la vida pública un hombre flaco, alto, desgarbado, narigón, con un ojo torcido… “con un ojo lee y con el otro repasa” se reían en mi colegio. Recién llegados asumía como intendente de la capital santacruceña y unos años después fue elegido Gobernador.
Muchos años después ya recibido de abogado, casado, con un hijo de 5 y otro en camino, me encuentro en la Plaza de Mayo despidiendo a aquél hombre. Y me descubrí peronista. Me encontré enamorado de mi pueblo. Me sorprendí llorando con compañeros que no conocía. La historia me volvió a parir abrazado a ese pueblo.
En mi casa siempre se habló mucho de política. Mis padres no son peronistas, pero nunca dieron pistas de antiperonismo. En La Plaza pensé mucho en mis padres, tuve la firme convicción de estar viviendo ese momento porque ellos hicieron bien su trabajo, porque me educaron en libertad.
25 de mayo de 2003, Néstor K asume como presidente. Auguraban debilidad porque sólo lo había votado el 22% del electorado. Y por esos días, Néstor, vino a decirnos que asumía como Presidente un hijo de las Madres de Plaza de Mayo. Vino a proponernos un sueño. Y comenzamos a andar de nuevo. Vino todo lo que ya todos saben. No lo voy a repetir, el que no quiera entenderlo no lo entenderá jamás, porque el odio envenena de resentimiento e ignorancia. Y no hay vacuna para eso.
En 2003 voté a Néstor K cuando el peronismo era mala palabra en el mundo progresista. Ese hombre, que en algo nos parecíamos, me transmitía cierta confianza entre tanto desencanto y escepticismo. Obstinado, desprolijo, espontáneo, temperamental, incorrecto e incorregible, cómico pero al filo del ridículo. Entre ese tipo y yo había algo personal.
En 2002 escuché a un dirigente sindical decir que mi generación era hija del 2001. No estuve de acuerdo porque en el 2001 se gritaba “que se vayan todos”, y eso me sonaba a consigna antipolítica, peligrosamente antidemocrática.
Desde la asunción de Néstor K me sentí parte de algo, sentí que nuestra generación podía nacer de algo más digno que de ese “que se vayan todos”. Me sentí hijo de ese hombre, de su política, de sus luchas y sus valores.
Hoy puedo expresar una idea de País, un proyecto, una voluntad militante, un profundo compromiso popular. Y en la Plaza, ese jueves 28 de octubre, lloré con mi pueblo y el pueblo lloró conmigo, con mi Río Turbio, con ese gol de Diego, con el viento incansable de Río Gallegos y con mis contradicciones de siempre.
Había dolor, es cierto. Pibes y pibas llorando, abrazándose, cantando y por momentos reflexionando en un profundo silencio que se suspendía con aplausos y de nuevo los cánticos, las puteadas a Cobos, la Marcha, el Himno y las promesas de lealtad a Cristina.
Vi a viejos que agradecían su jubilación, su pensión. Veteranos de Malvinas que le decían gracias al único presidente que se acordó de ellos. Niños mamando historia pura. Y mucha juventud despierta y dispuesta. Todo un pueblo que le cantaba a uno de sus últimos líderes.
Había dolor, pero también compromiso estoico frente a una compañera que perdía a su ladero, a su compañero incondicional. “Si la tocan a Cristina, que kilombo se va a armar”.
Ese compromiso despierta la esperanza de que esto continuará, que la lucha no cesa, no se suspende, no dormirá. “Néstor vive en el Pueblo…” y no daremos “ni un paso atrás”.
Ese compromiso despierta coherencia: silbatinas a las sotanas hipócritas que se hicieron presentes, a faranduleros de ocasión, a cuervos que esperan con ansiedad poder empezar a carroñear. Coherencia que va por más liberación de aquellos que todavía esperan. Liberación frente a monopolios y ladrones de cuello blanco. “Acá tenés a los pibes para la liberación”.
Ya de noche, volviendo a casa en silencio iban pasando frente a mí cada una de las imágenes de Néstor K que desconcertaron mi desconfianza política. Y recordé que quizás comencé a entender, de qué venía la cosa, cuando juraba como Juez de la Corte Suprema otro tipo flaco y alto, con el que me formé como abogado y militante por los derechos humanos. Con Zaffaroni en la Corte empecé a sentir un especial gustito a victoria, después de tantas derrotas por las que vale la pena brindar una y otra vez.
Criticarán mi parcialidad. Mi emotividad y exageración. Me dirán fanático. Dirán lo que sea para opacar un sentimiento genuino y revolucionado. Dirán que hablo desde la pasión y no desde la razón. Pero después de todo, o antes que nada (como quieran), esa pasión por la transformación del hoy, por la reparación del ayer y por la porfiada construcción de un futuro más digno es el mejor legado que nos dejó ese tipo alto, flaco, desgarbado y narigón. La razón debería ser, en todo caso, la instrumentalización de esa pasión.
Hoy no estoy dispuesto a disimular nada. Saco del pecho lo que hay. Y digo gracias, otra vez, porque ese jueves, en la Plaza, me encontré a mi mismo con mi verdad, que allí estuvo siempre esperándome para abrazarla y transformarla en fuerza colectiva. Sin más excusas, sin esperar condiciones ideales, sin descanso ni comodidades. Redoblaré los esfuerzos para multiplicar y seguir sembrando. Donde me toque, donde sea necesario embarrarme, donde me convoquen las batallas. Iré donde todavía haya un derecho que garantizar, una caricia para dar, un hombro para apoyar y un grito, para que el silencio tenga que callar.
Y así fue como la historia me volvió a parir en aquella Plaza, la de las Madres, nuestras madres.

2/11/10

Ese hombre


Sur.
La ausencia se traduce en el espeso color que se reposa sobre la cima de los cerros.
En el viento que nos llega desde sus tierras más remotas.
En ese cielo tan abierto que en la patagonia desafía sus fronteras más extremas.
En los ecos de sus palabras, que hoy suenan todavía más irreverentes y provocadoras.
En sus gestos torpes e incorrectos, pero cómplices con nuestros gestos ordinarios, humanos al fin.
Esa ausencia nos marca el tiempo pasado; pero nunca perdido, nunca olvidable. El tiempo de un hombre dispuesto, atento y entregado. Dispuesto a no guardarse nada. Atento a las injusticias silenciadas. Y entregado, a su pasión y a sus sueños.
Un hombre que entendía su tierra y a su pueblo.
Que respiraba sur a donde fuera. Que todo lo revolucionaba con el viento traído de su lejanía. Un hombre que al verlo en su paisaje natural nos hacía testigos de su propia fusión con él, para ser uno solo, una sola expresión, un mismo lenguaje, un destino igual.
Sus calles son las nuestras, y no volverán a ser las mismas una vez recorridas juntos.
Fue quien más pudo acercarse a su horizonte, casi hasta acariciarlo, sabiendo aún que jamás la victoria será definitiva mientras haya un compatriota que sufre. Y eso le quitaba el sueño, se le notaba en su enojo, en sus quijotescas luchas contra los que más tienen en desmedro de los que siempre debieron esperar.
Pero eso mismo, no le restaba alegría a la hora de dar batalla. Porque para ese hombre hablar de política era lo mismo que hablar de amor. Y eso, lo hizo más grande que todos los demás. Eso, lo hizo mejor.
Y hoy, en su ausencia, sentimos el vacío de quien se fue con una carcajada, diciendo “Conmigo, de acá!!”, cual mojada de oreja, a quienes pretenden ser dueños de lo que es de todos.
Cierro los ojos, y como patagónico que soy puedo sobrevolar con nuestro viento, sobre nuestros cerros, lagos y valles, sobre ríos turbios y desiertos sin arena. Y siempre lo encuentro a él, ese hombre que se fue, en cada rincón, en cada camino, riendo, desafinando, provocando y soñando con todo lo que queda por hacer.
Y en ese hacer, nos sigue exigiendo que nos juntemos, que nos dejemos de joder con nuestros intereses mezquinos, con nuestras diferencias superficiales, porque sólo el héroe colectivo transformará esta, nuestra casa.
Abro los ojos emocionado, me arremango y me encuentro dispuesto a dar más todavía. Me descubro atento a las voces postergadas. Y me declaro entregado, a la tarea de reparar sueños y justicias… estoy listo para seguir andando el camino, en el que nunca más estaré solo.

18/6/10

llueven pasos


Insistir... ya no vale con resistir. Ya no basta con combatir.
Insistir.
Seguir ahí.
Estar siendo.
Persiguiendo un horizonte que jamás se alcanzará.
Desplanzando un horizonte al que jamás se llegará.
Insistir hasta que las piernas no puedan sostenernos más.
Y aún así seguiremos insistiendo.
gn

23/3/10

Afuera no existe


Estar afuera.
Estar afuera no es joda.
Estar afuera de donde todos los demás, estamos.
Estar afuera es también estar adentro, en otro lado. Muy lejos, muy distinto, muy distante. Infranqueable.
Hay una frontera que nos separa. No se ve. Pero es más alta que cualquier muro que un estúpido administrador pueda levantar. Sus guardianes son letales. Disparan y luego preguntan. O mejor dicho, disparan y luego certifican con la punta de sus impecables botas que ya no haya reacción. Es decir, ya no necesitan preguntar.
Porque sólo se permite una sola manera de reaccionar. Sólo puede haber un solo tipo de reacción: La reacción.
¿Cuántos son los que están afuera?. ¿Podemos verlos?. ¿Nos animamos a verlos, y mirarlos a los ojos?. ¿Qué vemos cuando los miramos?. ¿Quién los mira?, ¿quién los ve?.
Estar afuera no es una fiesta.
No es un canto a la libertad.
No es un acto de rebeldía.
No es soñar con la revolución.
Estar afuera no es despertar de la larga siesta en la que vivimos quienes estamos adentro, mientras eso que llamamos vida nos pasa de cerca sin darnos cuenta.
Afuera.
Comer de la basura. Comer en la basura. Comer basura. Dormir entre las ratas. Ser golpeado. Ser violado. Ser ignorado.
Morir en una cárcel. Ser desaparecido.
Estar afuera es estar expulsado. Empujado. Arrojado de aquel lugar en donde todos los demás estamos. En donde todos los demás dormimos en cómodos colchones.
Adentro.
Abrigados. En donde comemos comida nutritiva o destructiva según se nos antoje. En donde creemos que podemos vernos elegantes y saludables. En donde creemos que podemos ser transgresores y valientes. En donde creemos que podemos ser solidarios y bienpensantes. En donde nos educamos. En donde trabajamos. En donde tenemos familia, amigos, amantes y hasta enemigos. Adentro. Incorporados. Aceptados. Protegidos.
Estar afuera es estar abandonado. Despojado. Desterrado. Exiliado. Apátridas sin tierra.
No casa. No automóvil. No teléfono. No heladera. No computadora. No camisa. No zapatos. No agenda. No shampoo. No sábanas. No agua caliente. No gas. No electricidad. No fotografías. No televisor. No tarjeta de crédito. No Banco. No contadores. No abogados. No dentistas. No psicoanalistas. No vacaciones.
Eso sí:
Estar adentro no es joda. Exige mucho trabajo y sacrificio mantener lo que uno se ha ganado. Pagando los impuestos, o casi todos. Siendo responsable, hasta cierto punto. Siendo obediente y disciplinado al código de barras, sin cuestionar el precio ni las condiciones del contrato que nos garantice seguir adentro (a lo sumo, podremos regatear el precio en una feria o en un puesto de venta cladestino).
Y aunque estemos muy lejos de saber lo que es en verdad ser libres, estamos adentro de eso que hemos definido como lo opuesto a estar afuera. Que no es lo mismo, ni parecido. Es lo opuesto. Porque no es la libertad lo que está en juego. Ni siquiera la dignidad. Cuando llegamos al extremo, al límite denso y viscoso del afuera y el adentro, sólo nos queda la palabra humanidad, y el peligro de su degradación final y última.
Por eso: afuera no existe, sólo adentro...
gn